Otoño; cae la lluvia mientras el campesino esparce semillas en su
terreno que quedarán cubiertas por el barro cuando pase con la mula. La lluvia
sigue cayendo mientras su ganado pasta. Finalmente, vuelve a casa empapado.
Invierno; cae la nieve que cubrirá los campos convirtiéndolos en
desiertos blancos. Sigue cayendo la nieve mientras las ovejas paren en las
viejas majadas y el campesino se afana en atenderlas. Finalmente, vuelve a casa
aterido de frío.
Primavera; brilla el rocío mientras el trigo crece y el campesino ara
la tierra que dejó en reposo para el siguiente otoño. Deja de brillar el rocío,
vuelve a pastar el ganado. Finalmente, vuelve a su casa agotado.
Verano; hace calor mientras se esquila a las ovejas. El Sol calienta
mientras se siega, se engavilla, se acarrea, se trilla, se aventa y se guarda
la cosecha. Finalmente, después de mil trabajos, llega la fiesta y el pueblo se
viste de merecida alegría.
Ahora, muchos inviernos después, todo ese esfuerzo diario, continuado
y el de muchas personas nos hace estar hoy aquí, gracias abuelo.
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