
Pero lo que acabo de ver me ha dejado de piedra, yo no he pensado que estaría aquí, debe de ser un error. No tenía esas pintas la última vez que le vi. Ha envejecido diez años de golpe en menos de dos meses que es lo que llevamos sin vernos.
Y entonces; esa persona con la que había compartido tanto, ese que había sido mi marido, y al que sigo amando ciegamente, ya que hace solo dos meses que dejamos aquello tan bonito que teníamos, me rodea con sus brazos y con un hilo de voz ahogado en mi pelo me susurra: “Perdón, no sé en qué estaba pensando”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario